miércoles, 13 de diciembre de 2017

Irriman Life+ implementa sistemas de riego inteligente que reducen hasta un 30% el consumo de agua

Un riego sostenible basado en el déficit de agua es posible. El proyecto europeo Irriman Life+, que coordina la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) en colaboración con el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), la Consejería de Agricultura de Murcia, la Universidad de Córdoba (UCO) y la Comunidad de Regantes Genil-Cabra y la Federación de Comunidades de Regantes del Mediterráneo (Fenacore) ha llegado a su fin tras tres años de trabajo dando como resultado que la implementación de sistemas de riego inteligente reducen hasta un 30% el consumo de agua y un 40% las emisiones de CO2 desde el suelo, mitigando así, según el coordinador del proyecto, Alejandro Pérez Pastor, el cambio climático.



Un riego sostenible basado en el déficit de agua es posible. El proyecto europeo Irriman Life+, que coordina la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) en colaboración con el Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC), la Consejería de Agricultura de Murcia, la Universidad de Córdoba (UCO) y la Comunidad de Regantes Genil-Cabra y la Federación de Comunidades de Regantes del Mediterráneo (Fenacore) ha llegado a su fin tras tres años de trabajo dando como resultado que la implementación de sistemas de riego inteligente reducen hasta un 30% el consumo de agua y un 40% las emisiones de CO2 desde el suelo, mitigando así, según el coordinador del proyecto, Alejandro Pérez Pastor, el cambio climático.

La adopción de este sistema de riego eficiente dará lugar a incrementos en la productividad del agua, incrementos en el potencial de fijación de carbono en el agroecosistema y disminuirá los costos de energía del riego presurizado. Los investigadores calculan un ahorro del 30% tanto en aportaciones hídricas como en fertilizantes. Además, se ha desarrollado una app para que los agricultores sepan 'en cada momento' cuánta agua pueden aplicar al cultivo según la dotación hídrica que tengan al principio del ciclo de cultivo. 'Con diferentes estrategias pueden aplicar, ahorrar y planificar la poca agua que tienen los agricultores', ha explicado Pérez Pastor.

La adopción de este sistema de riego eficiente dará lugar a incrementos en la productividad del agua, incrementos en el potencial de fijación de carbono en el agroecosistema y disminuirá los costos de energía del riego presurizado.

La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la UPCT ha acogido una jornada en la que distintos ponentes han explicado el trabajo realizado durante este tiempo. El coordinador del proyecto, el profesor de la UPCT Alejandro Pérez Pastor ha explicado que unas 30.000 hectáreas de cultivos como el olivo, el almendro, el melocotonero o el peral se han beneficiado de los resultados del proyecto y que en los próximos 5 años, 'muchos más se beneficiarán' también.

En la jornada ha participado también la secretaria general de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, María Dolores Valcárcel, que ha destacado que la escasez de agua que hay en la actualidad, por lo que ha considerado una 'iniciativa importante' las conclusiones extraídas de este proyecto.

A su vez, el Rector de la UPCT, Alejandro Díaz Morcillo ha señalado que este proyecto aúna tecnologías de la información y las comunicaciones aplicadas al campo, por lo que 'tiene un potencial tremendo', ya que, ha apuntado que se ha conseguido reducir el consumo de agua en agricultura, las emisiones de CO2 'sin dejar de producir productos de calidad'. 'La Escuela de Agrónomos demuestra que en investigación básica y producción científica, al trabajar con empresas se consiguen avances importantes. Es posible investigar y transferir a la vez', ha añadido.

El proyecto, que está cofinanciado por el Programa LIFE+ de la Unión Europea, cumple con el objetivo de poner en práctica, demostrar y difundir una estrategia de riego sostenible basado en el riego deficitario para promover su aceptación a gran escala en los agroecosistemas mediterráneos, aracterizados por la escasez de agua, sin afectar a su calidad.