Reivindican un aprovechamiento integral de todos los recursos: trasvases, reutilización, acuíferos y desalación. Los expertos coinciden en que es el momento de abordar el problema de los recursos hídricos en la Región con una visión de Estado que implique a todos los territorios.
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ZENÓN GUILLÉN
Estamos en la encrucijada del agua. Ese es el reto que le toca abordar al Estado sin más dilación para garantizar el futuro de todos sus territorios, especialmente el de la Región, marcado por un déficit hídrico endémico que requiere de un compromiso nacional. El nuevo escenario, gracias a un aumento de las reservas en los últimos meses, ha rebajado la tensión y debe ser aprovechado para abordar la búsqueda de una solución global que implique a todos. Así de claro lo manifestaron los expertos participantes en el foro de debate sobre el agua, organizado por 'La Verdad' y la empresa Hidrogea, que abogaron por un mayor compromiso a la hora de comunicar mejor al conjunto del país las necesidades que tenemos para nuestro desarrollo.
Una cita moderada por Manuel Buitrago, redactor jefe de Local del periódico, en el que participaron el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, Miguel Ángel del Amor; el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas; el director de Concesiones de Hidrogea en la Región, Javier Ybarra; el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Murcia, Juan Esteban Palenzuela; el director del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas-CSIC), Juan José Alarcón; el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Murcia, José María Gómez Espín; y el divulgador científico, Santiago Campillo. Juntos analizaron los desafíos de garantizar los recursos hídricos ante el horizonte del controvertido cambio climático.
Todos ellos coinciden en que es «el momento para llegar a un Pacto Nacional del Agua», tal como reivindicó Ródenas, representante ministerial, porque «no estamos ante un problema del Sureste peninsular, sino de España», así que «hay que buscar la unanimidad para que eso se entienda y podamos resolverlo».
Así lo ven
- Juan José Alarcón - Director del Cebas-CSIC
- «Murcia es una referencia en el manejo y el uso de los recursos hídricos, por lo que tenemos que ser capaces de trabajar para que en todo el país se nos reconozca su gobernanza»
- José María Gómez Espín - Catedrático de Geografía
- «La sociedad tiene que pedir a los políticos que se pongan de acuerdo para vertebrar todo el territorio nacional con una concienciación clara en materia de agua»
- Santiago Campillo - Divulgador científico
- «La gente desconoce muchas veces la realidad, así que hay una labor importante para informar, porque se abre el grifo para beber pero nadie sabe de dónde viene»
- Miguel Ángel Ródenas - Presidente de la CHS
- «Es el momento para llegar a un Pacto Nacional del Agua, porque no es un problema del Sureste, sino de España. Hay que buscar unanimidad para resolverlo»
- Miguel Ángel del Amor - Consejero de Agricultura
- «Estamos ante una oportunidad histórica para lograr que se trate el tema desde un punto de vista meramente técnico, para acabar de esa manera con los desequilibrios»
- Javier Ybarra Director - Hidrogea en Murcia
- «Hace falta una homogeneización a nivel estatal para hacer frente a las ineficiencias (pérdidas), ya no solo en redes, sino en depuración, reutilización y agricultura»
- Juan Esteban Palenzuela - Delegado de la Aemet
- «A nuestro clima árido y seco se suman proyecciones para mediados y finales de siglo que apuntan a una disminución de las precipitaciones del 40%»
De igual forma, el consejero de Agricultura insistió en que «estamos ante una oportunidad histórica para lograr que se trate este tema desde un punto de vista meramente técnico y, de esa manera, «acabar con los desequilibrios», porque «se trata de la gobernanza del agua con una gestión eficiente y a un precio equitativo».
Y es que, tal como se ha comprobado con las últimas inundaciones del Ebro, es evidente que más allá de la escasez que sufren las tierras murcianas y del Levante, el problema del agua no está resuelto a nivel nacional, ya que quedan infraestructuras que ejecutar en todas las comunidades. Así que existe coincidencia en que se trabaje para garantizar las necesidades concretas de cada zona, apostando por un mayor aprovechamiento y reutilización, tal como se hace en la Región, para asegurar el derecho a un reparto más equitativo.
Javier Ybarra, de Hidrogea, sostiene que las condiciones climáticas de la Región, sumado a un modelo económico basado en la agricultura y el turismo, «nos ha obligado a ser mucho más eficientes en el aprovechamiento del agua, incluso desarrollando tecnología que hemos exportado al resto del mundo». Lo que sucede, según él, «es que hay un problema a corto plazo y otro a largo plazo, que sí o sí su solución tiene que pasar por los trasvases». En cuanto a lo inmediato, «tenemos que trabajar por una gestión integral óptima, como un 'pool' de energía, apostando por un 'mix' de agua trasvasada y desalación, guardando los recursos subterráneos para cuando venga más sequía y poder tirar de ellos, complementándolos con desalación».
En cualquier caso, el periodista y divulgador Santiago Campillo metió el dedo en la llaga al lanzar la pregunta de «por qué nadie en España se fija en nosotros», ya que habiendo agua como hay en otras regiones «se va arrojada al mar y no se trae aquí».
El catedrático Gómez Espín sostiene con rotundidad que «tenemos un déficit estructural en el Sureste español como mínimo de 600 hectómetros cúbicos y, por tanto, la única solución es abordar la situación desde una política de oferta/recursos y del control de las demanda». Por tanto, «no se puede buscar la solución desde un recurso único».
En todo caso, se trata de estar preparados con una planificación clara para todo lo que pueda venir. «Los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) reflejan que los periodos de sequía y las olas de calor van a ser cada vez más frecuentes en el área mediterránea, aunque en el análisis estadístico de datos no encontremos aún tendencias en precipitación», advierte el delegado regional de la Aemet. Aunque con todas las incertidumbres que hay, recuerda que «las proyecciones para mediados y finales de siglo apuntan a una disminución de las precipitaciones que pueden ser del 40%».
Ante este panorama y por el hecho de «tener un potencial agronómico tan grande» en la Región, el máximo responsable del Cebas-CSIC, urge a la agricultura a seguir mejorando la «planificación» para que el resto de españoles «sean conscientes de verdad de que somos un ejemplo de gestión del agua a nivel mundial».
«Tenemos que dedicar más esfuerzos para explicarnos»
«Somos el Silicon Valley del agua» hizo hincapié Miguel Ángel del Amor, por lo que es el primero en admitir que «tenemos que dedicar más esfuerzos para explicarnos y darnos a conocer, con humildad, para trasladar fuera que somos un criadero de tecnología hídrica para el ahorro, con el desarrollo de filtros, valvulerías, tuberías; así como contamos con una industria de cantera en la universidad que está innovando en técnicas de nuevas sondas, en optimización del riego, en fertilizantes».
Una visión que comparte desde el Cebas Juan José Alarcón, quien subrayó que «Murcia es una referencia en el manejo y el uso del agua, por lo que tenemos que ser capaces de trabajar para que en España, en general, se nos reconozca, ya que tenemos un déficit estructural, para que se sepa que en esta tierra no desperdiciamos los recursos con que contamos». Por ello, «hay que cambiar el discurso para que haya una nueva percepción».
«Es una cuestión de educación, para que sea toda la sociedad la que pida a los políticos que se pongan de acuerdo en vertebrar todo el territorio nacional con una concienciación clara en materia de agua», reiteró Gómez Espín.
Una concienciación que podría avanzar, tal como indicó Ybarra, «a través de una homogeneización a nivel estatal para hacer frente a las ineficiencias (pérdidas), ya no solo en las redes de abastecimiento, sino en depuración, reutilización, agricultura».
«En toda España se tiene que medir el agua. Ese es un elemento clave, al igual que el pago de la misma, porque en muchas zonas es gratis y por ello se despilfarra y se hace un mal uso. De esa manera, se avanza en el verdadero valor del agua como recurso natural valioso», apuntó Ródenas.
Los periodos de sequía «se van a ir radicalizando
«Tenemos un clima árido, que se va a ir radicalizando, por lo que tenemos que aprovechar los periodos húmedos y de normalidad para emprender acciones y llegar a todos los acuerdos que sean necesarios para garantizar los recursos hídricos, como un plan nacional sobre el agua, para así afrontar todas esas sequías que son una de nuestras características, y que cada vez van a ser más frecuentes, independientemente del cambio climático», puntualizó Palenzuela.
Al respecto, salió también a relucir el debate científico de si lo que acontece se explica por un cambio climático o se corresponde a una evolución más bien por el calentamiento global. «Trabajamos con dos escalas distintas, la geológica y la humana, y nos encontramos en un periodo interglaciar, por lo que tampoco podemos ser muy catastrofistas», puntualizó Gómez Espín, para quien lo que sí se ha dado siempre a lo largo de la historia del Sureste «es una adaptación de las infraestructuras del agua a las condiciones secas».
Alarcón sí puso en valor el concepto de cambio climático, aunque a veces «se pueda abusar de él» porque «nos ayuda a concienciarnos y que nos pongamos una serie de frenos».
Lo que es incuestionable es que, sea de una manera u otra, la disminución de las precipitaciones tiene sus consecuencias concretas. De hecho, el presidente de la CHS alertó que este año «estamos en una situación media extrema, con un déficit brutal, pese a que a lo largo de los siglos se ha hecho un recorrido para corregir esa situación». Y así lo corrobora el hecho de que «la media de lluvia en el Segura es de 144 ml, y ese es un valor bajísimo, ya que la media de los últimos diez años ha sido de 200».
Una realidad que se está salvando «gracias a que ha habido un trocito de cuenca, donde están las fuentes del río Segura y del río Mundo, en las que se han recogido unos 400 ml, lo que ha posibilitado tener más aportaciones».
Es inviable. La desalación es solo un complemento
La unanimidad sí fue rotunda en cuanto a considerar «inviable» una solución para la Región en materia de agua que pase por la autosuficiencia, ya que la desalación, aunque juegue un papel importante, solo se puede entender como un complemento -debido a sus peores condiciones naturales, así como a sus elevados costes económicos, medioambientales y energéticos-. En este sentido, el consejero Del Amor resaltó que «siempre hemos aprendido a innovar con cada sequía, como por ejemplo lo que hemos propuesto ahora a los agricultores con la balsas de captación de escorrentías en sus fincas, lo que sirve para evitar la erosión del suelo».
«Hay un hecho evidente, y es que aquí no llueve, y como necesitamos recursos hídricos pues de algún sitio tenemos que obtenerlos, pero lo que no podemos es seguir dando bandazos, olvidándonos del problema cuando hay agua -ampliando cultivos-, luego protestando cuando no hay, por lo tanto hay que planificar para saber cuántos y qué tipos de cultivos somos capaces de producir en regadío, qué nivel de modernización tenemos y cuáles son todas nuestras fuentes de agua (depuración, desalinización, trasvases) para aprovecharla tal como se hace con la energía, tal como decía Javier Ybarra», recalcó Alarcón.
Ródenas es rotundo al afirmar que «los acuiferos están en un estado de sobreexplotación brutal, aquí se ha utilizado todo, las acequias, los embalses superficiales, las aguas subterráneas, la reutilización de las aguas, pero a pesar de todo no se llega a cubrir las necesidades reales». Así que «el trasvase Tajo-Segura es imprescindible, no se puede dar marcha atrás en todas las opciones».
Gómez Espín también urge a reforzar el futuro de Tajo-Segura con un nuevo diseño desde el Tajo Medio, mientras argumenta que «aunque no podemos ser autosuficientes, sí tenemos capacidad de adaptación para valorizar lo que ya tenemos, y ahí está el ejemplo de trasvase El Negratín-Almanzora». Igualmente, hizo referencia al caso del Júcar-Vinalopó, que podría cubrir las necesidades de la comarca del Altiplano, que solo se abastece de aguas subterráneas.
«El problema es que la gente de la calle, tanto en la Región como en otras zonas de España, desconoce muchas veces la realidad del agua, así que hay una labor importante por delante para informar que no se está haciendo, porque la gente abre el grifo para beber pero nadie sabe de dónde viene», concluye Santiago Campillo.