viernes, 18 de diciembre de 2020

El Gobierno regional murciano destina más de 80 millones de euros para el control de 82 depuradoras de aguas residuales

Entre los objetivos de esta inversión, aprobada hoy por el Consejo de Gobierno, destaca el fomento de la economía circular, el ahorro energético, la eficiencia en la gestión y la sostenibilidad ambiental

La Región de Murcia depura anualmente 110 hectómetros cúbicos, que supone el 99 por ciento de las aguas residuales que se regeneran
CARM / Enlace fuente original: https://bit.ly/3mJLWJy

El Consejo de Gobierno dio luz verde hoy a una inversión de más de 80 millones de euros para la contratación del servicio de explotación de 82 instalaciones de depuración y bombeo de aguas residuales durante los próximos tres años, así como de asistencias técnicas de control de dichas infraestructuras. Un contrato que sacará a licitación en los próximos días la Entidad de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales de la Región de Murcia (Esamur), dependiente de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente.

El consejero Antonio Luengo destacó, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, que este nuevo modelo de gestión contribuirá a mejorar la sostenibilidad ambiental, fomentar el ahorro energético y la eficiencia en la gestión del ciclo integral del agua, además de ser un ejemplo de economía circular, ya que impulsará los proyectos de investigación para optimizar la reutilización de agua en dichas estaciones depuradoras.

La licitación contemplará la posibilidad de prorrogarse hasta 2 años más, con un máximo total de 5 años, lo que supondría un importe estimado de contrato de 134 millones de euros.

La Región de Murcia cuenta en la actualidad con 98 estaciones depuradoras y 56 bombeos que depuran 110 hectómetros cúbicos al año, lo que supone el 99 por ciento de las aguas residuales que se regeneran. Los procesos de depuración que se llevan a cabo en la Región están perfectamente medidos y controlados por personal cualificado, consiguiendo de esta forma que la calidad del agua tratada supere los parámetros estipulados en la Normativa Europea de Reutilización aprobada recientemente y que entrará en vigor en un plazo máximo de 3 años.

Luengo hizo hincapié en la apuesta que la Comunidad realiza por la investigación y la innovación, elementos clave para seguir al frente, a nivel internacional, en materia hídrica, y para lo que se prima el compromiso de la empresa de apoyar financieramente acciones de I+D+i que reviertan directamente en mejoras aplicables a los tratamientos que se realizan.

La licitación de las instalaciones se hará en diez lotes agrupados en dos zonas de explotación, que abarcan Molina-Alguazas, Altiplano, Vega Alta, Alcantarilla-Río Mula, Zona Levante, Campo de Cartagena, Bajo Guadalentín, Vega Media, Mazarrón-Puerto Lumbreras y Mar Menor. Por otra parte, incluye otros dos contratos de asistencias técnicas de control de dichas instalaciones.

Más exigencias para el control medioambiental

El consejero Luengo explicó que el Gobierno del presidente López Miras apuesta por la sostenibilidad, la protección ambiental, el ahorro y la eficiencia energética, así como por la reutilización, lo que se corresponde con la iniciativa 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas para ‘Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos’. Por eso, a la hora de renovar el control de las depuradoras se han tenido en cuenta nuevas exigencias para el control medioambiental encaminadas a alcanzar mayores estándares de calidad.

Exigencias entre las que destacan la medición y eliminación de micro plásticos, el desarrollo de sistemas de alerta temprana, la reducción de la producción de lodos y su higienización o la eliminación de contaminantes emergentes, entre otros.

Otro de los aspectos con los que contarán las depuradoras en los próximos años es un plan de gestión de riesgos en las instalaciones para aumentar, aún más si cabe, la elevada fiabilidad actual en el funcionamiento de las depuradoras, disminuyendo así el tiempo de respuesta ante cualquier incidencia.

A ello se suman nuevas exigencias para adaptar los tratamientos de las plantas a problemas específicos en aumento en la Región de Murcia, como los ocasionados por las lluvias, así como el impulso de la optimización energética o la dotación de vehículos ecológicos.