lunes, 15 de enero de 2018

Legislación contra la sequía

La Fundación Séneca financia el proyecto de investigación más completo a nivel mundial en torno a los mercados del agua, bajo la coordinación de la Universidad de Murcia.



Teresa Navarro, profesora de Derecho Administrativo
de la UMU. / Vicente Vicéns / AGM

Hablar de agua es hacerlo de un elemento fundamental en el desarrollo de la vida y de diferentes actividades humanas. Su disponibilidad espacial y temporal, caracterizada por ser variable e impredecible, ha sido motivo de preocupación de todas las sociedades humanas a lo largo de la historia, lo que ha obligado a una continua mejora de infraestructuras y modelos de gestión para garantizar el acceso a la misma y optimizar su uso.
Precisamente el caso de España es paradigmático a este respecto. Como indica la profesora de Derecho Administrativo de la Universidad de Murcia Teresa Navarro, «España siempre ha tenido recursos escasos y por eso nos dotamos muy pronto de una ley de aguas. De hecho, la ley de 1866 se calificó como 'el primer código mundial del agua', dado que fue la primera norma que a nivel mundial regulaba de forma integral todas las cuestiones relacionadas con ese recurso».

Es decir, al ser un país caracterizado por una irregular distribución de las aguas, lo primero que hace es dotarse de un marco normativo sólido y crear una administración del agua. El papel de la administración es otorgar derechos a los usuarios para cubrir los diferentes usos que la sociedad demanda, en orden de prioridad: abastecimiento, agrícola, industrial y recreativo.
Teresa Navarro: «En la última sequía la administración no está respondiendo adecuadamente»
Su papel es el de otorgar concesiones, un título importante porque sobre eso pivota el mercado del agua. Explica Navarro que «las concesiones son títulos que dan derechos exclusivos y excluyentes con el fin de priorizar un recurso tan escaso. De ahí que hoy en día el agua está en manos de los titulares de las concesiones, aunque la administración siempre puede revisarlas».
En otros países hay otras figuras que permiten a los usuarios que ya son titulares de concesiones, redistribuir agua entre ellos mientras que en España es el mercado del agua lo que permite a los particulares que se pongan de acuerdo y la compartan. «En definitiva, el mercado del agua es un intercambio entre concesionarios, entre usuarios con un derecho ya reconocido, supervisado y autorizado por la administración. No se trata de otra cosa -aclara Navarro- que si un año hay alguien que no va a disponer de todo el volumen del agua que le corresponde, pueda ceder el parte a otro que lo necesite».

Papel de los mercados

Transcurridos ya dieciocho años desde su creación en 1999, había que hacer balance de su eficacia, desarrollando un estudio científico multidisciplinar que intentara determinar cuál es el papel que representan los mercados del agua frente a la escasez de recursos hídricos en España.
Es por eso que entre 2015 y 2018 la Agencia Regional de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia, la Fundación Séneca, ha apoyado un proyecto liderado por Teresa Navarro con el objetivo de determinar cuál es la eficacia y el aporte del mercado del agua en las cuencas más deficitarias españolas, como instrumento para afrontar las sequías.

«Este proyecto no solo se ha centrado en los límites de la Región de Murcia, pues ha integrado un equipo multidisciplinar, del que forman parte los grandes espadas y especialistas en Derecho y Economía de Aguas de España y Sudamérica como los profesores Antonio Fanlo, de la Universidad de La Rioja; Alejandro Vergara, de la Católica de Chile; Joaquín Melgarejo y Andrés Molina, de la Universidad de Alicante, o Francisco Alonso, de la UMU, entre otros. A este grupo interdisciplinar se han unido en el último año los comisarios de las cuencas del Segura, Júcar y Guadiana para aportar su experiencia práctica en una jornada en la que se expusieron los resultados del proyecto y que se ha publicado en una monografía que acaba de salir a la venta bajo el título 'Mercados de derechos al uso privativo de las aguas en España'», según la profesora de Derecho Administrativo.

Cabe destacar que en los resultados del proyecto ha jugado un papel fundamental el trabajo previo del equipo a lo largo de sus carreras profesionales, dedicados a investigar sobre agua.
«En concreto -añade Teresa Navarro-, interesaba conocer el papel que han representado los mercados del agua en las cuencas más deficitarias, que pueden además servir de ejemplo ahora que, incluso en la denominada España húmeda, han saltado las alarmas a nivel nacional ya que se ha extendido la situación y por primera vez se pueden celebrar los contratos de cesión en las cuencas del norte».

Entre los resultados más destacados que se desprenden del proyecto Séneca, Navarro destaca que «hay una clara apuesta por parte del legislador y la jurisprudencia de respaldo del régimen normativo de los contratos de cesión. Se trata de un punto importante porque cuando se aprobó la ley hubo impugnaciones por parte de gobiernos como el de Aragón o el de Castilla-La Mancha. Los mercados han sido respaldados por el Tribunal Constitucional, asegurando que los contratos de cesión y los bancos del agua son plenamente acordes con la Constitución por lo que no hay apropiación, privatización del dominio público... Se trata de un procedimiento legal acorde a derecho y que por lo tanto cuenta con apoyo legislativo y jurisprudencial del régimen normativo de los contratos de cesión que se han ido celebrando».

No obstante, según Teresa Navarro, «el estudio ha constatado que en la última sequía (iniciada en 2014) la administración no está respondiendo adecuadamente y está dificultando que los intercambios de agua se logren de manera eficiente, mediante el retraso de sus gestiones. A diferencia de la sequía 2004/2007, cuando los mercados del agua jugaron un papel destacado intercuencas». Por lo tanto, se ha visto un impulso legislativo y de la propia administración en la primera época que ha sido frenado en la segunda situación de escasez.

Además, el proyecto financiado por la Fundación Séneca y liderado desde la UMU, también se ha fijado en aspectos económicos y medioambientales en torno a los efectos de los mercados del agua en épocas de sequía.

En general, los resultados obtenidos ponen de manifiesto que un correcto uso de los mercados del agua, según estipula la ley de 1999, ayuda a mitigar los efectos de las sequías y beneficia a todos los participantes.