Los parámetros del agua de la laguna mantienen una evolución positiva desde noviembre, según las últimas mediciones.
Los parámetros que determinan el estado y la calidad del agua del Mar Menor invitan al optimismo, aunque la laguna aún está lejos de su recuperación. Las mediciones realizadas a finales de enero arrojan unos resultados favorables en transparencia, turbidez y clorofila en comparación con los de hace un año, según informó la Consejería de Agricultura.
Los datos obtenidos a finales de diciembre y a lo largo de enero indican que sigue aumentando la transparencia de las aguas, con niveles que duplican a los de hace un año. Ha pasado de 90 centímetros de visibilidad a 2,42 metros, según la última medición. La turbidez originada por la materia en suspensión se ha reducido a la mitad (de 6,40 a 2,74 FTU), mientras que la clorofila, asociada a la abundancia de algas, también ha descendido de 29,67 a 3,04 microgramos por litro.
Se trata de los mejores resultados desde julio del año pasado, apunta Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia y miembro del Comité de Asesoramiento Científico del Mar Menor, aunque advierte de que no se pueden echar las campanas al vuelo. Los datos corresponden a la media de los resultados obtenidos en las veinte estaciones de sondeo distribuidas por la laguna costera, por lo que habrá zonas con indicadores menos favorables.
Pérez Ruzafa, que da por buenos estos datos, considera que lo importante es que se mantenga esta tendencia favorable, y que no se produzcan interrupciones en el proceso, como ocurrió en diciembre de 2016 a causa del temporal que barrió el Mar Menor. Eso hizo que el ecosistema no se recuperara hasta la primavera. Los análisis fueron muy positivos en julio, pero la situación empeoró en agosto al crecer la turbidez y a la abundancia de algas, que dieron un color verdoso a la laguna. Empezó de nuevo a reponerse en noviembre, hasta ahora.
El Mar Menor sigue siendo vulnerable a un fuerte episodio de lluvias y escorrentías. Pérez Ruzafa advierte asimismo de que no hay que relajar la vigilancia ni las medidas para procurar el vertido cero. «El sistema está respondiendo bien y los síntomas son positivos. Las expectativas son buenas, pero aún queda mucho trabajo por delante». Apuntó que las praderas marinas están reapareciendo gracias a la mejora de los niveles de transparencia de las aguas. «Se ven poblaciones sanas y recuperadas», precisó. Pérez Ruzafa considera positivo que se hayan aprobado las medidas urgentes del Mar Menor, si bien aboga por una ley integral.
