El objetivo que persigue el proyecto es mejorar la sostenibilidad de las pesquerías de atún, con la meta tangible de alcanzar en 2021 la certificación MSC (Marine Stewardship Council) para la totalidad de sus capturas.
Fuente: OPAGAC Revista Alimentaria
La flota atunera española, agrupada en OPAGAC (Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores) invertirá este año 3 millones de euros en el Proyecto de Mejora de Pesquerías (FIP, por sus siglas en inglés) que desarrolla conjuntamente con WWF. Esta cantidad se suma a los 9 millones que dedicó en 2017, año en el que se puso en marcha el FIP.
Los encargados de presentar los resultados del primer año del FIP y los planes para este 2018 han sido Julio Morón, director gerente de OPAGAC; Miguel Ángel Herrera, gerente adjunto científico de OPAGAC; José Luis García Varas, responsable del Programa Marino de WWF, y Raúl García, coordinador de Pesquerías de WWF.
Las medidas a adoptar se dividen en tres grandes bloques. El primero, referido a la sostenibilidad de los stocks, incluye potenciar que las Organizaciones Regionales de Pesca (ORP), encargadas de gestionar la pesquería de atún tropical en las aguas en las que faena la flota española, adopten Normas de Control de Capturas para promover una gestión sostenible de los stocks a largo plazo. Además, se fomentará la formación de las tripulaciones de la flota. Un aspecto importante es que gracias a dicha formación y a la adopción de un Código de Buenas Prácticas, se ha producido un descenso importante en la mortalidad de las especies accesorias (tiburones, tortugas, etc.), que se devuelven siguiendo un protocolo para evitar que sufran daños.
Respecto al impacto medioambiental, OPAGAC evaluará los resultados de su programa piloto de recogida de Dispositivos de Agregación de Peces (FAD) en Seychelles (FAD-Watch), y ampliará su participación en proyectos que evalúan la eficacia de los FAD biodegradables, como el que está llevando a cabo la Unión Europea, con la colaboración del Instituto Español de Oceanografía (IEO), el Institut de Recherche pour le Développement (IRD) y el instituto tecnológico AZTI, en el que la flota ha invertido más de 360.000 euros.
En cuanto a las actividades de control, los objetivos se centrarán en el cumplimiento de las obligaciones de información a las ORP, para lo que OPAGAC impulsará su modelo, que incluye la adopción de programas de observadores regionales. El 100% de la flota de OPAGAC está equipada, con la colaboración tecnológica de la empresa española Satlink, con Sistemas de Seguimiento por Satélite (VMS o Vessel Monitoring System) y con observadores humanos/electrónicos que registran todas las actividades de pesca realizadas en los 47 barcos de la flota (pertenecientes a nueve grupos empresariales).
En cuanto a la evaluación del primer año de vida del FIP, Miguel Ángel Herrera, responsable científico de OPAGAC, ha explicado que todos los avances obtenidos han estado por encima de las expectativas. Teniendo en cuenta los baremos de MSC, todas las puntuaciones los superan en los tres océanos contemplados (Atlántico, índico y Pacífico), en las cuatro ORP pertinentes, y para las tres especies de atún tropical tomadas en consideración: listado (skipjack tuna), rabil (yellowfin tuna) y patudo (bigeye tuna).
Como ha destacado Julio Morón, director gerente de OPAGAC, "nuestro FIP es la primera iniciativa del mundo que aborda de forma integral una gestión sostenible del atún". De hecho, el FIP de OPAGAC y WWF se ha convertido en referente a la hora de poner en marcha Proyectos de Mejora de Pesquerías en otras regiones del mundo. También ha reclamado la importancia de que la UE exija en sus importaciones de atún tropical de otras flotas "las mismas medidas para garantizar la sostenibilidad de las pesquerías que cumple nuestra flota".
En este sentido, los responsables de OPAGAC y de WWF han coincidido en la necesidad de realizar un esfuerzo por parte del sector y las organizaciones para transmitir a los consumidores la importancia de consumir productos procedentes de pesquerías sostenibles. "El consumidor tiene derecho a saber qué especie está consumiendo, el arte de pesca utilizado, etc. Una información que actualmente, en muchos casos no está recibiendo", han resaltado.