La demanda de agua marina desalinizada para riego se ha incrementado considerablemente en el Sudeste de España en los últimos años, debido sobre todo a la grave situación de escasez de recursos hídricos que está sufriendo.
Mariano Soto Garcia
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Como dato indicar que en 2017 el consumo de agua marina desalinizada del regadío en la Cuenca del Segura fue de unos 150 hm3. El agua desalinizada ha venido para quedarse en la Cuenca del Segura y será fundamental como complemento del resto de recursos hídricos para garantizar su producción agrícola en el futuro.
La principal ventaja de la desalinización es la garantía del recurso, porque no se encuentra sujeto a variaciones climáticas, su uso reduce la incertidumbre de disponibilidad de agua en el momento adecuado para el cultivo y garantiza el suministro. Pero por contra, su principal inconveniente es su coste, lo que hace su uso inviable para algunos cultivos agrícolas, debido principalmente a su alto consumo energético, lo que conlleva elevadas emisiones de gases de efecto invernadero, que pone en entredicho el importante rol de la agricultura de regadío como sumidero de CO2.
La osmosis inversa se ha generalizado como la tecnología de referencia para la desalinización de agua marina, ya que presenta consumos energéticos y costes de producción reducidos en comparación con el resto de tecnologías aplicables a gran escala. El agua resultante de esta técnica (agua marina osmotizada) se caracteriza por su escasa mineralización e importantes desequilibrios en su composición, por lo que no es apta para ningún tipo de suministro (doméstico, agrario o industrial). Para adecuar las características del agua marina osmotizada a los requerimientos de los distintos usos debe someterse a postratamientos de remineralización en la propia planta desalinizadora, o mezclarse con otras aguas que corrijan sus desequilibrios. Si los postratamientos aplicados no son los adecuados para su uso en el riego agrícola, se pueden producir problemas agronómicos que afecten tanto a la productividad de los cultivos como a la calidad de las cosechas.
Carencias y desequilibrios nutricionales en su composición, que limitan el desarrollo de los cultivos. El agua marina osmotizada se caracteriza por unos contenidos mínimos de calcio, magnesio y sulfato, nutrientes básicos para el desarrollo de los cultivos y cuya concentración en las aguas continentales es generalmente suficiente para no tener que considerar su aporte mediante fertirrigación.
La concentración remanente de iones cloro y sodio en el agua marina desalinizada es muy elevada en relación a las aguas continentales aptas para riego, pudiendo llegar a ocasionar fitotoxicidad en cultivos sensibles. La relación de adsorción de sodio (SAR) es un indicador que evalúa el equilibrio en la composición del agua de riego, que debe mantenerse dentro de los límites recomendados en riego agrícola para garantizar la adecuada estructura del suelo agrícola a medio y largo plazo.
Elevada concentración de boro, que puede producir problemas de fitotoxicidad en cultivos sensibles al mismo. Afortunadamente se están introduciendo en las plantas desalinizadoras sistemas para su reducción, pero que conllevan un incremento del coste de producción.
Todos los problemas agronómicos y de gestión relacionados con la aplicación del uso de agua marina desalinizada al riego agrícola se pueden resolver mediante una correcta regulación de este tipo de suministros, que normalice la calidad a conseguir, y que permita la optimización de su gestión conjunta con la de otros recursos hídricos disponibles en cada zona regable. Jugando la mezcla con otras fuentes de agua un papel muy importante.
A este respecto hay que señalar, que desde la Cátedra Trasvase y Sostenibilidad – José Manuel Claver Valderas hemos puesto en marcha el proyecto de investigación ‘Seguimiento y análisis de la aplicación de agua marina desalinizada al riego agrícola’ para mejorar el conocimiento agronómico de este recurso en el riego de cultivos, con el fin de optimizar su manejo por parte de los agricultores y comunidades de regantes. Este proyecto de investigación incluye ensayos experimentales para evaluar los principales efectos agronómicos del riego con agua marina desalinizada en cítricos, así como el impacto económico y ambiental de su implementación. Esta línea de investigación permitirá, en el medio plazo, establecer las bases científicas del riego con agua desalinizada al objeto de fomentar una agricultura intensiva sostenible. Hay que tener en cuenta que su gestión es un aspecto clave porque su composición química es muy distinta a la de las aguas continentales, circunstancia que debe ser conocida para manejarla de forma adecuada y evitar posibles problemas agronómicos que afecten a la productividad de los cultivos.
Para finalizar, indicar que el próximo 19 de abril desde la Cátedra organizamos una Jornada titulada el “Agua marina desalinizada para riego agrícola. Situación actual y aspectos agronómicos a considerar”. La jornada se celebrará en Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad Politécnica de Cartagena, y contaremos con la colaboración de expertos de reconocido prestigio en temas como la instalación y explotación de IDAMs (Instalaciones Desaladoras de Agua de Mar), en los aspectos agrónomicos del agua desalinizada, en la optimización de la mezcla con otros recursos, y en proyectos de investigación relacionados con esta temática.