jueves, 26 de abril de 2018

La agroalimentación de 2050 será más tecnológica, sostenible e innovadora

Varios expertos de diversos campos coinciden en el potencial de España en el futuro del sector primario.
El cambio climático será el principal hándicap y un uso más eficiente para evitar desperdicios, uno de los grandes retos.


Un grupo de expertos ha analizado el futuro de la agricultura en España.
Antonio Álvarez Rodrigo - Agronews CyL

Según las proyecciones, en el año 2050 habrá un 50% más de habitantes en la Tierra, lo que provocará una mayor demanda de alimentos. Hasta en un 70% tendrá que aumentar la producción. Una ecuación que puede romper la sostenibilidad del Planeta si no se realiza un uso eficiente de los recursos que son escasos como la tierra, el agua o los nutrientes. Un grupo de expertos de diferentes sectores, reunidos por Cajamar, ha analizado este 25 de abril en Madrid por dónde pasa el futuro de la agroalimentación de dentro 30 años.

La innovación, el conocimiento, el uso de nuevas tecnologías y la sostenibilidad serán factores fundamentales en la agricultura española que según los conferenciantes tiene mucho futuro en el sector primario. Eso sí, aún queda trabajo por hacer. Como explicaba Elías Fereres, de la Real Academia de Ingeniería: “En el mundo se pierde casi un tercio de lo que se produce. Esto es muchísimo porque realmente si se corrige, podemos obtener un tercio más. En los países desarrollados el desperdicio lo hace el consumidor. En España es un problema cultural, y el que tiene que actuar es, sobre todo, en el medio urbano”. 

Elías Fereres: “En el mundo se desperdicia casi un tercio de lo que se produce. Esto es muchísimo. En España es un problema cultural, y el que tiene que actuar es, sobre todo, el consumidor urbano” 

Evitar la volatilidad de los precios y diagnosticar los problemas de sostenibilidad son otros dos de los retos, según Fereres, “y para ello será fundamental la nueva agronomía”. En ella, la biotecnología abrirá grandes puertas, por lo que será importante que “España fomente estas tecnologías, porque si no lo harán otros países”, ha matizado Marta Tortajada, de la empresa biotecnológica Biópolis.

Sin producir transgénicos

Sin embargo, una de las barreras que se encuentra en el presente la agricultura del futuro es el alto nivel regulatorio. Así lo ha dejado claro Emilio Rodríguez, de la European Commissión Joint Research Centre, que ha centrado su presentación en los transgénicos: “Es una tecnología muy regulada, por su aceptación social y por lo problemas de patentes”. América y Australia son grandes productores de estos cultivos (maíz, soja, colza y trigo), mientras que Europa es un gran importador “y va a seguir siéndolo en los próximos años”, ha augurado Rodríguez.

Las energías renovables serán otro actor fundamental en la agricultura del mañana. Sobre ellas ha reflexionado Diego César Alarcón, del CIRMAT-Plataforma Solar de Almería: “Hay que mejorar la eficiencia, fomentar las técnicas de depuración y reutilización, y emplear la desalación del agua. El uso de renovables a precios competitivos ya es una realidad”.

Europa es un gran importador de transgénicos “y va a seguir siéndolo en los próximos años”, ha apuntado Emilio Rodríguez

“La tecnología ya está aquí”, ha asegurado Eduardo Fernández Camacho, de la Universidad de Sevilla, quién ha destacado el gran avance que supone ya la robotización y automatización en el sector primario, como por ejemplo, con el uso de drones para el tratamiento y supervisión del campo. “El problema es el dinero porque desde 2011 el precio de los alimentos está cayendo y la tecnología no es barata”, ha criticado Fernández, quien a su vez cree que estas nuevas herramientas ayudarán en el relevo generacional en la agricultura: “El trabajo será más tecnológico, lo que ayudará a fijar población juvenil en el campo”.

El cambio climático es uno de los aspectos que más afectará a la agricultura de 2050, sobre todo para ahorrar agua o diseñar variedades resistentes a temperaturas más elevadas, déficits hídricos o nuevas enfermedades. “Con la subida de temperaturas se está cultivando maíz en países del norte de Europa”, ha puesto como ejemplo Inés Mínguez, de la Universidad Politécnica de Madrid, quien ha continuado: “Se deberán realizar adaptaciones autonómicas con cultivos flexibles o cultivos leñosos con menos necesidad de frío”.