domingo, 27 de mayo de 2018

Principales necesidades de los agricultores para hacer frente al cambio climático

La gestión eficiente de los recursos y la optimización de los métodos de producción son los grandes pilares para conseguir cultivos más rentables y con menor impacto ambiental.

Gabriel Sevillano Jiménez


La agricultura contribuye al cambio climático y, a su vez, también se ve afectada por el mismo. Los efectos del calentamiento atmosférico en el sector agrícola modifican la duración de la estación de crecimiento en muchas zonas de Europa, y adelantan varios días las épocas de floración y cosecha de algunos cultivos. Unos cambios que, previsiblemente, irán a más.

Igualmente, también aumentará el impacto ambiental de la agricultura. Según las estimaciones de la ONU, la población mundial en el año 2030 contará con 1.000 millones de personas más. Como consecuencia, la demanda de alimentos crecerá un 50 %, mientras que la cantidad de agua necesaria para su producción lo hará en un 40 %.

Los agricultores necesitan reducir los costes en los factores productivos y hacer un mejor uso del agua y de la energía”

Como es de esperar, para responder a estas necesidades, el sistema de producción actual debe adaptarse para generar más alimentos, empleando menos recursos por kilo de alimento producido. Para los agricultores, esto significa poner el foco en un correcto uso del agua y de la energía, así como en la reducción de costes de los factores productivos:

Desde el punto de vista de la gestión del agua, asegurar el suministro es el objetivo primordial. Aunque hay zonas que llevan una gran ventaja frente a otras, todo el sistema agrícola deberá transformarse y ser mucho más eficiente. En este sentido, cobra especial importancia cuidar al máximo los recursos más sensibles, como las aguas subterráneas; pero, también, elegir correctamente los cultivos, optimizar las técnicas de riego y de monitorización, y reducir las pérdidas de toda índole.

La implementación de los sistemas de regadío, necesarios para aumentar la producción y su calidad, lleva asociado un incremento de los costes de energía relativos al transporte y a la dosificación del agua a los cultivos. Con el precio de la energía en constante aumento, es imprescindible un enfoque energético que apueste por las energías verdes.

Conseguir la máxima eficiencia de los equipos e infraestructuras hidráulicas es también fundamental. No solo desde el punto de vista del coste económico, sino también a través de la optimización del manejo de los equipos, la elección de las técnicas más adecuadas y la construcción de las infraestructuras necesarias.

El aumento de la productividad, la diversificación y el valor añadido son la mejor apuesta para lograr un crecimiento estable y sostenido de la agricultura en un escenario como el actual.

En SUEZ Agricultura, trabajamos para integrar técnicas innovadoras en la gestión de los recursos y en los métodos de producción, poniendo a disposición de los agricultores soluciones integrales basadas en nuestro conocimiento y experiencia, para una correcta gestión y mantenimiento de los activos. El resultado es un mejor uso de los recursos, un mayor rendimiento de los cultivos y la mejora de la calidad de vida del agricultor.