La Comisión Europea afirma que no hay pruebas de que las importaciones de países como Sudáfrica, Marruecos o Egipto causen el desplome de precios y enciende todavía más al sector.
El campo valenciano reclama soluciones a los bajos precios de naranjas y otros cítricos. |
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VÍCTOR ROMERO. VALENCIA
La Comisión Europea echó este jueves un jarro de agua fría a las reivindicaciones del sector citrícola español, y valenciano en particular, al negar que la importación de naranjas y mandarinas procedentes de Sudáfrica explique la crisis de precios que están sufriendo los productores en el arranque de la temporada y que está provocando amplias protestas en las Comunidad Valenciana. En una comparecencia en el Parlamento Europeo a petición de la eurodiputada socialista Clara Aguilera, el responsable de unidad de la Dirección General de Agricultura, Joao Onofre, manifestó que "no existe ningún dato estadístico que diga que haya habido un aumento de importaciones procedentes de Sudáfrica en el periodo que resulta nocivo para la producción europea".
El alto funcionario insistió en su primera intervención, y después, tras las repreguntas de otros eurodiputados como Florent Marcellesi (Los Verdes) o Lidia Senra (IU), en atribuir la "caída de los precios", que sí reconoció, a problemas de organización del sector y de los productores, climatológicos y de demanda. Pero insistió en que en la combinación de estos "graves factores" no está la entrada irregular de cítricos procedentes de terceros países con los que la UE tiene firmados acuerdos comerciales, como es también el caso de Egipto o Marruecos. "La Comisión no tiene ninguna prueba de que la crisis sea por la importación de terceros países como el acuerdo comercial con Sudáfrica", señaló Onofre. "Las razones de la crisis no son las importaciones de Sudáfrica, a lo mejor no les gusta, pero las cifras de importación no muestran un aumento significativo de importaciones de naranjas durante el plazo crítico para la Unión Europea", insistió.
Su afirmación cayó como una losa entre los representantes de las organizaciones agrarias, que se desplazaron a Bruselas en una misión organizada por la Generalitat que preside el socialista Ximo Puig para presenciar la comparecencia del responsable de la Comisión y mantener un encuentro con el gabinete de Comercio Internacional en el departamento que dirigie la comisaria Cecilia Marström. Los productores sostiene que han sufrido fuertes pérdidas en el arranque de la campaña y las achacan en parte al solapamiento en las variedades tardías importadas desde Sudáfrica y las tempranas producidas en el campo español, principalmente en la Comunidad Valenciana y Andalucía. Por esta razón, los agricultores reclaman a Bruselas que aplique la claúsula de salvaguarda del tratado comercial con el país africano, algo que no parece ahora posible si, como señaló Joao Onofre, la Comisión no maneja datos que confirmen que las importaciones están perturbando la sostenibilidad del sector español en el mercado comunitario.