M. J. M. MURCIA
La Universidad de Murcia (UMU) cuenta con una serie de instalaciones para la depuración de las aguas residuales que genera el Campus de Espinardo y cuyo núcleo principal está constituido por la llamada depuración Simbiótica. El sistema instalado en el campus participa en gran medida de los mecanismos de eliminación de contaminantes que se dan espontáneamente en la naturaleza.
Las instalaciones, que se inauguraron el 17 de abril de 2007, están situadas en la parte posterior de la Facultad de Biología. La depuracion simbiótica combina simultáneamente dos procesos: la depuración de las aguas residuales mediante un sistema subterráneo de goteo sobre lechos de grava, y la generacion de espacios verdes asociados a las instalaciones de depuración, especialmente en la zona que cubre los lechos, ademas de otros detalles técnicos propios de esta tecnología. Adicionalmente, el sistema incorpora humedales artificiales (lagunas, charcas, etc.) donde el proceso autodepurador continúa incluyendo la eliminación de nitratos, lo que contribuye a mejorar la calidad del agua tratada. En los humedales es posible llevar a cabo proyectos de recuperación de flora autóctona, así como facilitar el refugio a una numerosa avifauna, tanto de paseriformes como de acuáticas, además de anfibios, reptiles y peces. Todas estas características determinaron que la depuración simbiótica fuera seleccionada para tratar las aguas residuales del Campus de Espinardo dentro del marco de un 'Campus Sostenible'.
Este sistema presenta una serie de características que la diferencian de la depuración convencional: no utiliza productos químicos para conseguir la disminución de la carga orgánica y la microbiana, ya que el núcleo del proceso depurador descansa en la actividad de los microorganismos presentes en los lechos de gravas. A lo anterior se suma la autodepuración propia de los humedales y embalsamientos de agua a cielo abierto, y permite la creación de zonas verdes sobre los lechos de percolacion y facilita el desarrollo de las mismas de forma simultánea con la depuración.
Además, disminuye el impacto visual en el entorno, dado que, a excepción del pretratamiento y tratamiento primario, el sistema depurador es eminentemente subterráneo, eliminando malos olores, posibilita un menor consumo energético que en la depuración convencional, asociado a la optimización del gasto en energía eléctrica allí donde es estrictamente necesario y posee un alto rendimiento hidráulico al reducir la pérdida de agua por evaporación, dado que el sistema es subterráneo.
Por último, cabe señalar que facilita la creación y mantenimiento de humedales artificiales con el consiguiente beneficio para la conservación de flora y fauna autóctona y emigrante.