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Según los últimos datos publicados por la OIV (Organización Internacional de la Viña y el Vino), en su asamblea general celebrada este mes de abril, la producción mundial de vinos en 2018 se estima en 29.230 millones de litros, un fuerte aumento de 4.250 millones de litros en comparación con la producción históricamente baja de 2017 cuando el vino mundial alcanzó los 24.980 millones de litros
En Europa, la producción ha aumentado considerablemente en comparación con 2017, en la mayoría de los países. Las cosechas italiana (5.480 millones de litros), francesa (4.910 millones de litros) y española (4.440 millones de litros) han aumentado significativamente en comparación con 2017. Las cosechas de estos tres países muestran un aumento de +1.230, +1.270 y +1.190 millones de litros de vino respectivamente, en comparación con 2017, que fue una cosecha históricamente baja debido en particular a las condiciones climáticas adversas. En comparación con los promedios de cinco años (2013-2017), las cosechas de 2018 de estos tres países superan el promedio de cinco años de +13,3%, +13% y + 14,1% respectivamente. Italia, Francia y España acaparan una cuota del 50,7% de los producción mundial lo que supone la mitad del vino de todo el planeta.
Hubo menos crecimiento para Alemania (980 millones de litro de vino), Rumania (510 millones), Hungría (360 millones), Austria (280 millones) y Suiza (110 millones), con respectivos incrementos de +230 millones de litros, +80 millones, +110 millones, +30 millones y +30 millones en comparación con 2017. Estas progresiones se deben poner en paralelo con el promedio de cinco años de sus producciones, mostrando para estos países un crecimiento de +13,7%, +26,7%, +31,6%, +24,0% y +23,7%, respectivamente. Más contrastado, y en menor medida, Moldavia con 190 millones de litros de vino registró un ligero aumento en el volumen producción (+10 millones), un +4,9% por encima de su promedio de cinco años, explicado en particular por su reducida explotación vitícola basada en parcelas muy pequeñas de viñedos.
En Europa, la producción ha aumentado considerablemente en comparación con 2017, en la mayoría de los países. Las cosechas italiana (5.480 millones de litros), francesa (4.910 millones de litros) y española (4.440 millones de litros) han aumentado significativamente en comparación con 2017. Las cosechas de estos tres países muestran un aumento de +1.230, +1.270 y +1.190 millones de litros de vino respectivamente, en comparación con 2017, que fue una cosecha históricamente baja debido en particular a las condiciones climáticas adversas. En comparación con los promedios de cinco años (2013-2017), las cosechas de 2018 de estos tres países superan el promedio de cinco años de +13,3%, +13% y + 14,1% respectivamente. Italia, Francia y España acaparan una cuota del 50,7% de los producción mundial lo que supone la mitad del vino de todo el planeta.
Hubo menos crecimiento para Alemania (980 millones de litro de vino), Rumania (510 millones), Hungría (360 millones), Austria (280 millones) y Suiza (110 millones), con respectivos incrementos de +230 millones de litros, +80 millones, +110 millones, +30 millones y +30 millones en comparación con 2017. Estas progresiones se deben poner en paralelo con el promedio de cinco años de sus producciones, mostrando para estos países un crecimiento de +13,7%, +26,7%, +31,6%, +24,0% y +23,7%, respectivamente. Más contrastado, y en menor medida, Moldavia con 190 millones de litros de vino registró un ligero aumento en el volumen producción (+10 millones), un +4,9% por encima de su promedio de cinco años, explicado en particular por su reducida explotación vitícola basada en parcelas muy pequeñas de viñedos.
Por otro lado, las condiciones climáticas fueron menos favorables para algunos países europeos. Este fue el caso de Portugal (610 millones de litros), donde las condiciones climáticas propicias para los ataques de mildiu tuvieron un importante impacto en la producción, de Rusia (650 millones), Grecia (220 millones) y Bulgaria (100 millones), perdiendo respectivamente -150 millones, -240 millones, 40 millones y -10 millones en 2018, lo que supuso descensos bruscos de sus promedios en cinco años del -18,2%, -28,4%, -21,2% y -17,1% respectivamente.
La producción de vino de la Unión Europea en 2018 alcanzará los 18.190 millones de litros, un aumento significativo del 28,3% en comparación con 2017 (+4.010 millones de litros). Esta situación es el resultado de las condiciones climáticas muy favorables en los principales países productores europeos, a diferencia de 2017, que acumularon condiciones desfavorables durante la temporada de producción.
Respecto a Asia, en China, con los datos disponibles la OIV estima que la producción de vino en 2018 alcanzaría los 930 millones de litros, marcando una caída de -230 millones en comparación con 2017.
En el continente americano, las evoluciones son más contrastadas. En 2011, Estados Unidos, con 2.390 millones de litros, registraría una producción de vino que fue +50 millones más elevada que en 2017 y 2,7% más alta que su promedio de cinco años de 2013-2017. La producción argentina, que parece recuperarse, con 1.450 millones de litros vinificados, aumentó en +270 millones en comparación con la producción relativamente débil de 2017, y es un 12% más alta que el promedio de cinco años de 2013-2017. En Chile, la producción en 2018 aumentó considerablemente en comparación con 2017 (+340 millones de litros), con 1.290 millones de litros, superando el 16,8% de crecimiento en el promedio de cinco años y alcanzando sus niveles de producción más elevados correspondientes a los años 2012,2013 y 2015. La producción brasileña, por su parte, se ha reducido en comparación con la cosecha récord registrada en 2017, con 310 millones en 2018, con todo registra un crecimiento del 20,2% por encima de su promedio de cinco años.
En Sudáfrica, la producción de vino en 2018 alcanzó los 950 millones de litros, lo que supone una disminución de -140 millones en comparación con 2017 y una disminución de 14,1% en comparación con su promedio de cinco años, hecho explicado en gran medida por el impacto de la sequía en este país.
Con respecto a Oceanía, la producción australiana está deteniendo su progresión registrada desde 2014, que representa 1.290 millones de litros vinificados, no obstante sigue siendo una producción un 2,2% por encima de su promedio de cinco años. La producción de Nueva Zelanda es 300 millones de litros, un aumento de +20 millones desde 2017, ligeramente por encima de su promedio de cinco años.